EDITORIAL
Tabatinga: de temporal nada.
Tres mandatarios suramericanos serán juzgados por crímenes de lesa humanidad contra la naturaleza y traición contra los pueblos latinoamericanos y caribeños: el no electo presidente brasileño Michel Temer, el peruano Pedro Pablo Kuczynski y quien no podía faltar, el colombiano premio Nobel de la paz, Juan Manuel Santos.
Crímenes de lesa humanidad contra la naturaleza por convertir a la Amazonia, bien llamada pulmón del planeta, en un polígono militar, con todo lo que de peligroso resulta contaminar ese rico espacio, con una superficie de casi siete millones de kilómetros cuadrados, y así poner en riesgo ese medio ambiente, las comunidades que lo habitan, su fauna y su flora.
Traición contra los pueblos latinoamericanos y caribeños por violar el acuerdo de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que en el 2014 declaró la región como zona de paz, acuerdo que en ese momento fue suscrito por todos los gobiernos del área y que hoy ignoran los Santos Temer Kuczynski.
Con el territorio brasileño como anfitrión, en la llamada triple frontera entre ese país, Colombia y Perú se efectuaron del 6 al 13 de noviembre los ejercicios militares “Operación América Unida” o “Amazonlog 17”, en los que participaron 120 efectivos peruanos, 150 colombianos, 1 550 brasileños y un número indeterminado del Comando Sur y la Guardia Nacional estadounidense , auxiliados por la Montana Air National Guard, que desde Manaus, capital del estado de Amazonía, se ocupó de la transportación de personal y equipos, lo que equivale –al decir del periódico brasileño Zero Hora– a enseñar al enemigo a combatirnos en la selva amazónica.
Resulta risible el pretexto esgrimido para realizar estos ejercicios militares: según el general brasileño Guilherme Theophilo Gaspar de Oliveira, prepararse para situaciones de “carácter humanitario” en la zona, utilizando la experiencia estadounidense; a más de un mes de que los huracanes Irma y María asolaran buena parte del Caribe, con un saldo de decenas de miles de damnificados y millonarias pérdidas económicas, aún está por llegar la asistencia norteamericana pese a que meses antes, en junio, el Comando Sur de los Estados Unidos desarrollara en esa área geográfica una maniobra multinacional que oficialmente catalogaron como de seguridad marítima y respuesta a desastres en el Caribe, denominada Vientos alisios 2017 (Tradewinds 2017), y que en realidad estaba destinada a ajustar más aún el cerco contra Venezuela, en momentos en que la ofensiva contrarrevolucionaria en ese país –orquestada y apoyada desde el exterior- amenazaba con destruir la Revolución Bolivariana.
Irónicamente, la ayuda del pueblo y gobierno venezolanos fue de las primeras en llegar a los hermanos caribeños. Mientras, en la colonia estadounidense de Puerto Rico, aún más del cincuenta por ciento del pueblo carece de electricidad y de agua potable.
Pero volviendo a la Operación América Unida, se dice que la construcción de la base militar internacional “temporal” donde se desarrollarán los ejercicios, en Tabatinga, Amazonía brasileña, se extendió durante meses, para ser usada sólo durante una semana, lo que hace pensar a los observadores que de “temporal” no tiene nada y sí mucho de temporal dentro de la tormenta, pues continuará siendo utilizada con disfrazados fines contrarrevolucionarios, dado lo intrincado del lugar a donde sólo se llega en barco o por vía aérea.
Sucede que más allá de lo estratégico de esta triple frontera entre países amazónicos, desgobernados por regímenes derechistas incondicionales aliados de los Estados Unidos, Tabatinga se encuentra a medio camino entre las fronteras, también amazónicas, de Bolivia y Venezuela. Por cierto, los gobernantes de Brasil, Colombia y Perú se destacan entre los que más apoyan a Estados Unidos en su política de cerco, asfixia y agresión contra la Revolución Bolivariana.
Estados Unidos, que por boca de su propio presidente, Donald Trump, ha llegado a amenazar a Venezuela con una agresión militar, tiene como línea política para justificarla -para ello se vale de su control sobre la dictadura mediática imperialista- que Venezuela enfrenta una crisis humanitaria. No por gusto, en su reciente informe ante el Congreso estadounidense, el comandante del Comando Sur, Kurt Tidd, declaró: “La creciente crisis humanitaria en Venezuela puede obligar a una respuesta regional”.
Nadie debe poner en dudas que tanto Vientos alisios como Operación América Unida, en realidad nada tienen de maniobras militares de carácter humanitario y mucho de contrarrevolucionarias. ¿Será que la base militar de Tabatinga se convertirá en el centro de operaciones subversivas para la Amazonía venezolana? La posibilidad de tener ya preparada esa posición (en el flanco sur venezolano) para ser utilizada con fines injerencistas, para nada resulta descartable en la lógica imperialista, ya sea bajo el ropaje de una acción multinacional ante el “amenaza” a la “democracia” de uno de los países de esa triple frontera o para “ayudar” a una Venezuela presuntamente sumida en una “crisis” humanitaria.
De todas formas, lo real, lo concreto, es que el haber abierto una puerta de entrada a la Amazonía, nada más y nada menos que militar, a Estados Unidos, con todo lo que ella significa económica y científicamente por sus enormes riquezas naturales y de biodiversidad, fortalece la declarada estrategia estadounidense de “internacionalizar” esa región, lo que de hecho significaría ponerla al servicio de las transnacionales. Esto, además, en momentos en que la nueva administración estadounidense, al negarse a cumplir con los Acuerdos de París sobre Cambio Climático, pone en riesgo aún más la vida en el planeta.
Si, no tengo dudas; el trío Temer-Santos-Kuczynski será juzgado por crímenes de lesa humanidad contra la naturaleza y traición contra los pueblos latinoamericanos y caribeños. Las fechas de los juicios dependerán de los pueblos de Brasil, Colombia y Perú. Ojalá no sea sólo la historia la que los juzgue, pues si fuese así la sentencia entonces simplemente serviría para recordar y no repetir errores, si es que queda tiempo para ello.
Eddy E. Jiménez
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TITULARES
-Triunfó el oficialismo en las elecciones legislativas de Argentina.
-Un zombi peligroso. Por Eric Nepomuceno*
-Un rollo de papel para Puerto Rico. Por Benjamín Torres Gotay
-“Soy Venezuela”, otro experimento del Departamento de Estado.
-Venezuela: los bandidos de afuera y los bandidos de adentro. Por Carlos Aznárez*
-El sismo y el derrumbe de la información, ética y semiótica de la verdad. Por Fernando Buen Abad Domínguez
Triunfó el oficialismo en las elecciones legislativas de Argentina.
La coalición del presidente Mauricio Macri venció a las del opositor kirchnerismo (peronismo de centroizquierda) en 15 de las 24 provincias, incluidas las cinco más grandes del país. La ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner regresará al Senado
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, se impuso con su coalición Cambiemos en las legislativas argentinas de medio término celebradas este domingo, con victorias en las cinco provincias más grandes del país, según los primeros cómputos oficiales.
La ex mandataria Cristina Kirchner (2007-2015) volvió a la escena política con un escaño en el Senado, asegurándose así la inmunidad parlamentaria ahora que es está imputada por un caso de corrupción.
“Sólo la UC ha crecido desde las primarias (de agosto) y emerge como la oposición más firme. Será la base de la construcción de la alternativa al gobierno. Aquí no se acaba nada, aquí empieza todo”, manifestó frente a sus partidarios
La coalición macrista de centro-derecha, Cambiemos, ganó en 15 de las 24 provincias del país, entre ellas las cinco más importantes: Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Santa Fe y el distrito federal de la Capital.
Hasta ahora gobernaba con mayoría simple -87 de los 257 diputados y 15 de los 72 senadores- gracias a alianzas.
Las proyecciones le otorgan 107 diputados, mientras que la oposición se quedaría con 145. Los cuatro legisladores restantes son para otras fuerzas políticas.
El 78% de los 33,1 millones de argentinos llamados a las urnas votó para renovar la mitad de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y un tercio las 72 bancas del Senado.
La batalla más dura se libró en la provincia de Buenos Aires, que tiene casi el 40% del padrón electoral.
El candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich, ganó con el 42% de los votos, por delante del 37% de Kirchner, del partido Unidad Ciudadana.
Pero este resultado garantizó a la exmandataria, de 64 años, una de las tres bancas al Senado en juego en este distrito.
La ex presidenta aspiraba a llegar a la Cámara Alta para “ponerle freno” a Macri y su política económica.
En capital, Elisa Carrió, también del bloque oficialista, alcanzaba el 50,93%. Detrás, muy lejos, el kirchnerista Daniel Filmus, con poco más del 21,74%.
En las que son las primeras legislativas que se celebran desde la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia, en diciembre de 2015, se eligen 127 diputados para un periodo de cuatro años y 24 senadores -los correspondientes a 8 provincias del país- para 6 años.
El presidente se ha implicado de lleno en la campaña electoral y ha apelado continuamente al “cambio” que, a su juicio, representa el frente Cambiemos tras 12 años de kirchnerismo.
Pese a que muchos ven este resultado como un fracaso para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner porque no consiguió igualar el desempeño de su fuerza en los comicios provinciales de hace dos años, desde su banca la ex mandataria podrá volver a ser la líder opositora más fuerte, posición nada desdeñable que puede servirle para recuperar poder y tomar impulso de cara a las elecciones presidenciales de 2019.
Además, su regreso a la Cámara Alta le permitirá obtener los fueros necesarios para blindarse ante la Justicia, donde cuenta con varias causas abiertas y dos procesamientos, ambos por hechos ocurridos durante su mandato.
Tras la difusión de los resultados, la ex presidenta aseguró que el frente que lidera, Unidad Ciudadana como “la oposición más firme” al Gobierno de Mauricio Macri.
“Hemos sido capaces de sumar votos, capaces de crecer a pesar de que nos hemos enfrentado a la más enorme e inédita concentración de poder de la que se tenga memoria desde la restauración democrática, y debemos estar orgullosos”, aseveró la exmandataria en el búnker de su formación política, Unidad Ciudadana, en la localidad bonaerense de Sarandí.
La recta final de la campaña electoral ha estado marcada por las novedades en el caso de Santiago Maldonado, un artesano de 28 años que fue visto por última vez el pasado 1 de agosto mientras participaba en una protesta de una comunidad mapuche en el sur del país que fue reprimida por la Gendarmería.
Este viernes, la familia y el juez del caso confirmaron que el cadáver que se había hallado el martes en el río Chubut, cerca de donde desapareció, era el del joven.
Fuente: Infobae
Un zombi peligroso.
Por Eric Nepomuceno*
La verdad es que no hubo sorpresa. Hábil zorro acostumbrado a operar en pasillos mal iluminados y rincones discretos, eficiente en las negociaciones obscuras aunque realizadas a la luz del día, Michel Temer supo comandar sus hombres de confianza -todos con elevada práctica en negociados intrincados- y literalmente comprar los votos necesarios para no ser catapultado del sillón presidencial donde lo instalaron los artífices y ejecutores del golpe institucional que destituyó a la presidenta electa Dilma Rousseff hace poco más de un año.
Entre liberación de recursos destinados a asegurar votos favorables e iniciativas destinadas a beneficiar generosamente a sectores empresariales bien representados por miembros de la Cámara de Diputados, se calcula que el precio de mantener a Temer y a sus dos compinches principales en libertad (los otros tres están en la cárcel) llega a los estratosféricos 32 mil millones de reales. O sea, unos diez mil millones de dólares, la mayor parte en perdón de multas y deudas, además de cambios en la legislación, para proteger intereses de grupos poderosos.
Fueron 251 votos para impedir que Temer, el secretario general de la Presidencia, Moreira Franco, y su jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, sean investigados criminalmente, frente a 233 votos contrarios, dos abstenciones y 25 ausencias.
Hay que recordar que en la denuncia anterior, votada en la misma Cámara hace poco más de dos meses e igualmente a un precio amazónico (asegurar los votos favorables en aquella ocasión costó a las arcas públicas poco más de cuatro mil millones de dólares), 263 diputados votaron por archivar la denuncia.
Es decir, entre una y otra votación Temer perdió doce votos. Y más: dejó de alcanzar la mayoría necesaria para aprobar proyectos de ley, que exige los votos de 257 diputados. Para enmiendas constitucionales son necesarios 308. O sea, algo prácticamente imposible a las puertas del 2018, año electoral, especialmente en lo que se refiere a enmiendas que perjudicarán derechos conquistados o dañarán a los trabajadores, como es el caso de la reforma en el sistema de pensiones y jubilaciones, defendida por Temer y su bando.
En enero del 2019, cuando ya no cuenten con los beneficios de los foros especiales, Temer y sus dos cómplices enfrentarán a la justicia de primera instancia. Entonces, ya no podrán disponer de fondos públicos para intentar, como es su estilo, comprar votos de los jurados. El problema es qué harán mientras permanecen en sus bien guardadas trincheras.
Zafaron pero perdieron fuerza en la Cámara de Diputados, cuyos integrantes más voraces podrán imponerse sobre las pautas del poder ejecutivo. Varias medidas impopulares o francamente perjudiciales a la población están a punto de ser enviadas a votación en el Congreso.
Una de ellas es la subasta de Eletrobras, pasando un sector estratégico -la producción de energía eléctrica- a manos privadas. Igualmente están a punto de ser llevadas al ruedo medidas que alteran la contribución obligatoria de los funcionarios públicos al fondo de pensiones y jubilaciones, y un proyecto de ley que cambia drástica y perversamente los seguros de salud –las prepagas– de quienes cumplen 60 años, llevando los precios a las nubes.
¿Cuál será el costo para aprobarlas? ¿Debilitado y sin contar de antemano con la mayoría necesaria, quién impondrá la pauta de reformas, el Gobierno o el Congreso?
Michel Temer cuenta con la aprobación del 3% de los brasileños. Es el Presidente más impopular del mundo, y no se trata de la opinión de los opositores o de la izquierda apeada del poder: está en un estudio del grupo Eurasia, de análisis político, que trabaja junto a los mayores fondos de inversión del planeta.
Acusado de corrupción pasiva, formación de bando criminal y de obstrucción de la justicia, el brasileño supera, a confortable distancia, a otros mandatarios discutidos.
Queda claro que aunque la economía mejore y se recupere parte substantiva de los casi 14 millones de puestos que fueron cerrados desde el 2015, ningún candidato a nada –Cámara, Senado, gobernador provincial y mucho menos Presidente– aceptará su respaldo en las elecciones del año que viene. A menos, claro, que pretenda arduamente ser derrotado.
El PSDB, partido de Aecio Neves, que perdió las elecciones contra Dilma Rousseff en el 2014 y al día siguiente empezó, con el beneplácito de sus pares, a armar el golpe deflagrado en el 2016, y hasta hace poco principal aliado y sostén de Temer en el Congreso, está literalmente dividido en dos.
Mientras persiste la cisión entre los que defienden la salida del Gobierno y los que se aferran a sus puestos, cargos y presupuesto, sin que se llegue a conclusión alguna, su imagen se erosiona a velocidad impresionante junto al electorado.
Temer ganó, pero perdió. A partir de ahora será un Presidente insignificante, que tendrá que responder a otras denuncias en curso.
Lo que hizo desde que lo pusieron en la presidencia, es perverso. El suyo es un Gobierno dispuesto a llevar a cabo iniciativas que destrozan el interés nacional. Sin estatura moral, política o intelectual para el cargo, cabecilla de un bando de corruptos insaciables, ya no es necesario.
Lo preservan porque no hay pieza de repuesto. Será un zombi pomposo, ridículamente solemne, pero un zombi destructor.
*Eric Nepomuceno es periodista brasileño del diario argentino Página 12.
Fuente: Pagina 12, Buenos Aires
Un rollo de papel para Puerto Rico.
Por Benjamín Torres Gotay
Siempre debimos saber que si Donald Trump venía a Puerto Rico, en la circunstancia que fuera, iba a actuar como Donald Trump.
Esto puede parecer una perogrullada, pero no lo es, porque se crearon tantas expectativas sobre su visita con motivo del paso por aquí del devastador huracán María, que muchos parece que olvidaron que el presidente de Estados Unidos es, pues, Donald Trump.
Aterrizó a las 10:41 de la mañana y se anunció que se había ido a las 4:07 de la tarde, 53 minutos antes de lo que se había informado.
Mientras estuvo en escena, tuvimos un encuentro cara a cara con el Donald Trump que el planeta ya conoce y que nosotros debíamos conocer también.
Todas sus expresiones fueron de elogio a su respuesta a María. Minimizó la tragedia que vive Puerto Rico al decir que en Lousiana hubo una “catástrofe real” con el huracán Katrina y que debíamos estar orgullosos de que aquí solo hubieran muerto, certificados hasta el momento en que el habló, 16 (después se dijo que son 34).
Nos recordó también que la tragedia en Puerto Rico le ha costado mucho al presupuesto del Gobierno de Estados Unidos.
No dirigió ni una palabra de compasión, solidaridad, empatía, a los miles de damnificados. A Rosselló y a González solo los dejó hablar para que lo elogiaran.
A González específicamente le dijo: “Jenniffer, ¿crees que puedas decir un poquito de lo que dijiste hoy de nosotros?”. La comisionada residente lo complació, acotando sus expresiones con un “gracias, señor presidente, por todo lo que ha hecho por la isla”. De Rosselló dijo: “Ni siquiera es de mi partido, pero empezó desde el principio a apreciar lo que hicimos”.
Los alcaldes de Arecibo, Carlos Molina, y de Ponce, María “Mayita” Meléndez, quienes se han pasado en los medios reclamando ayuda para sus pueblos, tuvieron tiempo para un sonriente “selfie” con Trump, pero no para hablarle de las necesidades de sus constituyentes.
Faltaba más. Trump fue a la Calvary Chapel en Guaynabo, una zona que no se conoce por haber recibido ninguna devastación más notable de la que hay en el resto del país. Allí, el presidente proclamó, pletórico de alegría: “¡hay mucho amor en este sitio!”.
Y se produjo allí también la imagen sobre esta visita que no podrá borrarse del subconsciente colectivo de Puerto Rico por mucho tiempo: con incontables personas pasando las más básicas necesidades, Trump, evidentemente divertido, repartió bolsas de arroz y tiró rollos de papel toalla a personas que parecían más interesadas en tomarle o tomarse fotos que en lo que el presidente tuviera que ofrecerles.
Querían algunos que anunciara el fin de las leyes de cabotaje. Que tras ver la destrucción con sus ojos se conmoviera su fibra humana y pidiera lo que de verdad hace falta aquí, un paquete de rescate. Que reconociera con la mano en el corazón que la respuesta hasta ahora no ha sido apropiada. Que eximiera a Puerto Rico de pagar su parte de la reconstrucción.
Querían que tuviera un gesto humano. Querían que Trump fuera otro.
Nada de eso resultó de la visita. Lo único que va a perdurar de este día es la foto de Trump, sonriente, imitando los ademanes de un baloncelistas, tirando rollos de papel como el dictador etíope Haile Sellasie tiraba pedazos de carne a los hambrientos, solo que en este caso era a gente sonriente y con teléfonos en mano.
De vuelta en Washington, dijo que sigue pensando que Puerto Rico puede hacer más por su propia recuperación. Ahí quizás lo que Trump quiso decir con los rollos de papel: séquense las lágrimas, pónganse a trabajar y pa’ Washington ni miren.
Fuente: El Nuevo Día
“Soy Venezuela”, otro experimento del Departamento de Estado.
Quizás la institución estadounidense más importante a la hora de dar instrucción técnica y política a organizaciones no gubernamentales plegadas a las líneas de financiamiento y operativas del Departamento de Estado, el Congreso de Estados Unidos y la Casa Blanca es Freedom House. La participación de este ente en las “primaveras árabes” y sus consecuentes guerras por delegación en Siria e Irak ha sido documentado incluso por The New York Times, fue de suprema importancia a la hora de posicionar narrativas y contenidos que apoyaran el derrocamiento de regímenes en Medio Oriente.
En este lado del hemisferio planetario, el director para América Latina y el Caribe de Freedom House es Carlos Ponce y ha enfilado en los últimos meses severas declaraciones sobre Venezuela. De hecho, el informe de este año de esa institución etiqueta a nuestro país como “No Libre”.
Este señor comentó en abril que en Venezuela se vive una dictadura porque supuestamente las libertades civiles han sido cooptadas por el poder del Estado, como en “Cuba donde no hay garantía de derechos humanos y donde no hay democracia. Son los casos emblemáticos de la región”.
El hecho de que Carlos Ponce, venezolano, esté a cargo de las gestiones de Freedom House correspondientes a la región es un dato notorio de la urgencia que el Departamento de Estado, rama del ejecutivo estadounidense al que está adscrita la institución, tiene en intervenir en la situación de Venezuela. En este sentido, celebra el aumento de la presión internacional sobre el país.
Ponce apoya abiertamente las acciones que ha estado tomando la Casa Blanca. En una entrevista a El Tiempo Latino, da el visto bueno a las sanciones económicas y financieras contra Venezuela y a las “iniciativas que contribuyan al retorno de la democracia en Venezuela” devenidas de la Administración Trump. ¿Incluso la “opción militar” anunciada por el presidente gringo?
También dijo a ese medio digital de Washington en español que “los intentos de evitar sanciones o de promover diálogos tímidos que parecieran haber venido llevando Thomas Shannon, sectores de Wall Street y algunos sectores de la MUD ya son del pasado y no tienen oídos en la Casa Blanca ni en el Congreso de los Estados Unidos”.
En otra oportunidad hizo hincapié en que las sanciones tardaban de llegar porque existía una “intromisión de algunos banqueros utilizando a miembros de la oposición en Venezuela a través de sus financiamientos y contratación de lobistas en Estados Unidos que se dedican a obstaculizar muchos de nuestros esfuerzos. Además este es un proceso que incluye a varios miembros del Congreso en Estados Unidos y sus staffers que son instrumentales para esta misión”.
Las revelaciones de Ponce llevan a pensar que existen dos movimientos que promocionan una intervención mucho más agresiva. Una desde el exterior bajo el dictamen de la Casa Blanca y sus tentáculos institucionales como Freedom House, la NED y la Usaid; otra, a lo interno con nuevos grupos opositores que intentan crear un consenso diferente a lo ya expuesto por la MUD.
El temprano caso de “Soy Venezuela”
El sábado 16 de septiembre se lanzó a la luz pública una alianza de partidos, movimientos, ONGs y personalidades de oposición con el nombre de “Soy Venezuela”.
En su programa radial en Radio Caracas Radio, María Corina Machado dijo que “en Soy Venezuela estamos los que no nos callamos, los que no bajamos la cabeza, ni nos rendimos”, en referencia a los dirigentes de la MUD que han decidido iniciar una agenda de diálogo con el Gobierno venezolano. Ante el descalabro opositor producto de la Asamblea Nacional Constituyente y sus primarias internas, parece que el Departamento de Estado está buscando construir (y financiar) un aparato local que secunde las acciones de Trump, orientadas en la aplicación de sanciones y el desconocimiento del Estado venezolano, sus instituciones e incluso de los procesos electorales que convoque.
Al revisar la cuenta de Twitter de esta nueva organización, podemos ver que sigue a un número limitado de cuentas hasta los momentos, entre ellas las de la dirigente nacional de Voluntad Popular y actriz, Fabiola Colmenarez; Alianza Bravo Pueblo, cuyo máximo representante es Richard Blanco; la ONG Foro Penal y su prófuga protegida Tamara Sujú; el golpista Carlos Ortega; la periodista ultra opositora Nitu Pérez Osuna; el ex alcalde preso Antonio Ledezma y la mencionada María Corina Machado, entre los más resaltantes.
Por un lado, El Nacional, al reseñar el lanzamiento de esta nueva alianza, señala que allí colude “la oposición radical”.
Por otro, con un vistazo a su página web se puede leer lo siguiente: “Nuestra agenda tiene un propósito central: constituir una coalición que represente los intereses ciudadanos, muy alejada de la crisis de representatividad e ineficacia que presentan todas las coaliciones anteriores, que solo se basan en intereses partidistas sin visión de Estado”. Esto último un trasunto para decir que los agrupados allí son el verdadero “gobierno en la sombra” listo para tomar las riendas de un país para su entrega a la potencia estadounidense.
Aunque es una organización naciente, hasta los momentos sin miras a la participación electoral (ya que le haría el juego a la “narcodictadura”), tiene en sus miembros más mediáticos caras viejas que apoyan abiertamente la implementación de más sanciones a Venezuela, una intervención más directa por parte de los EEUU y que rechazan con contundencia las acciones de diálogo que han adelantado el Gobierno Bolivariano con los sectores más alejados de la ultra derecha.
El inicio de “Soy Venezuela” coincide con la agudización de la ofensiva de EEUU contra Venezuela, con la promesa de Trump de “tomar nuevas acciones” contra el Estado y la nación venezolana.
Conocemos de antemano el papel de centro de adiestramiento a ONGs y organizaciones “ciudadanas” que comprende Freedom House. Esta es una de las principales agencias intelectuales y propagandísticas que Washington utilizó para el diseño y creación de la OTAN. De ahí en adelante (y sobre todo después de que la administración Reagan creara la NED como un brazo civil de la CIA) su papel ha consistido en formar y financiar disidentes, coptar intelectuales y partidos políticos, contribuir en campañas de propaganda (mediante sus tentáculos en los grandes medios internacionales) y generar expedientes pro-intervención en todos aquellos países adversos a las políticas de la Casa Blanca.
Un cable diplomático de 2009 filtrado por WikiLeaks afirma que Freedom House hace presencia en Venezuela, “apoyando y brindando capacitación técnica” a 15 organizaciones no gubernamentales pequeñas para sistematizar y exportar el “deterioro” de los DDHH en el país. La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones es mostrada como un logro recalcable dentro del programa de formación que lleva Freedom House en Venezuela.
Asimismo, Foro Penal Venezolano fue entrenada como ONG por Freedom House. Tiene un amplio prontuario de apoyo a los agentes de las guarimbas en 2014 y a los terroristas de las secuelas luego del fracaso. Esta ONG, que se maneja con un amplio pool de abogados, asimismo dio su apoyo “jurídico” a los operadores de las manifestaciones violentas de la oposición venezolana entre abril y julio de 2017.
Todos los operadores de estas ONGs, partidos políticos y personalidades mediáticas que se han mencionado en esta nota han fijado una posición determinada de apoyo a las sanciones y las gestiones estadounidenses contra Venezuela. Es un hecho, no una opinión.
Como a simple vista el Foro Penal, representante de Freedom House en Venezuela, participa activamente en la nueva plataforma opositora “Soy Venezuela”, se considera una hipótesis que con el tiempo podría ser comprobada: ¿es acaso el inicio del tan soñado partido político en forma de ONG, o viceversa? ¿Acaba de nacer el partido de las sanciones y la intervención directa?
Fuente: Misión Verdad
Venezuela: los bandidos de afuera y los bandidos de adentro.
Por Carlos Aznárez*
Una enorme marcha antiimperialista comenzó a serpentear la ciudad de Caracas desde las primeras horas de la mañana del martes. En sus pancartas el pueblo venezolano hablaba mejor que decenas de manifiestos y declaraciones: “Trump saca tus manos de Venezuela” o sencillamente, apelaban a la historia dolorosa del continente: “Yanquis go home”. Esa consigna que el gran Alí Primera hizo que en una prolongada época del pais, la entonaran como un himno gentes de todas las edades.
Era lógico que esto ocurriera cuando se trata de un pueblo consciente y revolucionario, pero además se daba la coincidencia de que justamente el día en que culminara el Encuentro mundial “Todos y todas somos Venezuela”, el emperador del Norte y amenazador del Sur leyera en la ONU una nueva proclama guerrerista, lo que convirtió a la gran movilización en una rápida y valiente respuesta a la prepotencia y a la verborragia de Trump.
Esto y mucho más pudieron sentir en su piel y en su decisión de venir a Venezuela justamente ahora, los mas de doscientos delegados internacionales, que en representación de gentes de los cinco continentes pudieron apreciar que este heroico pueblo, hacedor de tantas victorias, es junto a su Fuerza Armada, el factor principal de una gran linea de defensa antioligárquica y antiimperialista que a partir de ahora urge perfeccionar a escala mundial. País por país, porque como dijo el presidente Nicolás Maduro al finalizar la marcha, frente al Palacio Miraflores, “el nuevo Hitler nos ha amenazado a todos”.
Maduro, que es el más fiel intérprete de lo que realmente su pueblo piensa y quiere, no se quedó atrás y levantó la apuesta, y le respondió al mandatario norteamericano, que no solo Venezuela sino todos los pueblos de la Patria Grande “seremos uno a la hora de resistir cualquier locura por parte suya y de sus cómplices, los judas del continente”, refiriéndose a la corte de eunucos de los gobiernos derechistas. Esos mismos que en un encuentro con Trump recibieron las instrucciones para aumentar el bloqueo a Venezuela.
Hablando para una multitud de chavistas y sobre todo para los delegados internacionales, el presidente venezolano apeló a poner en marcha la más importante cadena de solidaridades pueblo a pueblo, para enfrentar el desafío de la guerra ya declarada por el Imperio. De hecho esa es una de las más importantes resoluciones del Encuentro, además de unir a escala mundial a todos los periodistas y comunicadores dedicados a la contrainformación y a enfrentar al discurso único.
Sin embargo, Maduro no se quedó fijado solo en el enemigo externo. En una pieza oratoria pocas veces escuchada en cualquiera de los países del planeta apuntó a una oposición interna que es una “colcha de retazos” y que “va a ser derrotada” en las elecciones regionales del 15 de octubre, y a un factor o “pústula” que está dentro de las propias filas de chavismo. “Si ustedes me preguntan cuales son los enemigos del pueblo y la Revolución que más daño nos pueden hacer, les contesto: la burocracia y la corrupción. Esos bandidos que ocupan cargos de funcionarios públicos y no cumplen con lo que les marcan sus atribuciones”. Y agregó que no le temblará el pulso para quitarlos ya del medio e incluso meterlos en prisión. El pueblo que “es sabio y paciente” rugió desde el abajo y sin más comenzó a corear “Limpieza en PDVSA”, lo que fue repetido en voz alta por el presidente. Marcaba a fuego así uno de los sitios donde la inteligencia popular divisa más problemas del andamiaje gubernamental. “Pido el apoyo de la clase obrera y de todo el pueblo para que no dejemos que esto continúe. El que no pueda cumplir con las obligaciones de la Revolución, que lo diga y se vaya”. Más claro, agua.
Así se gobierna y así se expresa una Revolución que, a pesar de lo que inventan a diario los medios hegemónicos, goza de buena salud. Tanta que sigue construyendo Patria cada día, pensando en mejorar las Misiones educativas y de salud, o avanza en más planes de vivienda. Un proceso pocas veces visto en el mundo, que en medio de una guerra brutal declarada por quienes quieren apoderarse de sus riquezas naturales, el país sigue creciendo a punta de voluntad política revolucionaria y de un pueblo que, junto al cubano, deben ser tomados como ejemplo de los que quieran dar vuelta este mundo demencial.
Tal es el asedio que ya sufre Venezuela y al que la coalición imperialista (esa especie de OTAN latinoamericana) piensa aumentar, que ninguna compañía aérea vuela ya hacia Caracas, salvo COPA. Más aún, esta misma empresa se suma al bloqueo no vendiéndole pasajes a ninguna dependencia del Gobierno y ya está amenazando con irse en las proximas semanas. Esa política de “aeropuertos vacíos” da una pauta de lo que se viene de aquí en más, pero si Cuba resistió más de 58 años, Venezuela hará lo mismo. “No nos van a mover de aquí, vamos a pelear como lo hicieron nuestros antepasados gloriosos, como Guacaipuro, Bolívar o Zamora. El imperio yanqui, como todos los que le precedieron, más temprano que tarde caerá”, sentenció Maduro. Y Venezuela habrá de demostrar al mundo, con el apoyo de todos y todas las personas libres y rebeldes, que se puede. Que no hay ningún obstáculo insalvable cuando hay ansias de independizarse y construir el socialismo. Son tiempos de rodilla en tierra y no de tomar atajos cobardes. Eso lo decimos nosotros y nosotras, los que estamos dispuestos a pelear en todas las instancias para defender este proceso emancipador.
*Carlos Aznarez es periodista argentino en medios de prensa escrita y digital, radio y TV. Escritor de varios libros de temas de política internacional. Director del periódico Resumen Latinoamericano.
Fuente: Telesurtv.net
El sismo y el derrumbe de la información, ética y semiótica de la verdad.
Por Fernando Buen Abad Domínguez
En una situación de emergencia, de consternación y miedo como la que se produce con un sismo, la información es un aliado o es un enemigo según los intereses de quien la genera o manipula. Lo que debería ser un derecho inalienable y una responsabilidad social obligatoria, pasa a ser una mercancía lábil ahogada en mares de incertidumbre y angustia. Los monopolios mediáticos aprendieron a hacer, de esto, un festín comercial muy peligroso. México, tal cual. Poco es más desesperante que la insoportable levedad de la información mercantilizada. Avasalla conciencias para que reine el desconcierto. Toda información que se distribuya sobre México a partir del sismo debe ser verificada. Respeto por las víctimas y los damnificados
Saber qué pasa, quiénes son los protagonistas, qué hacen, qué dicen, qué temen y qué necesitan. Objetivamente, concretamente. El maremágnum de acontecimientos es un desafío metodológico si se quiere contribuir a despejar confusiones pero es un caldo de cultivo idóneo si de lo que se trata es de que impere el desorden, el oportunismo y la proverbial manía burguesa de comerciar con las mentiras. En cada víctima del sismo está la sombra de la corrupción con las mafias inmobiliarias y gubernamentales. Ayudar no es sinónimo de cómplices
Hay muchos presupuestos que deben ser tratados con destreza de quirófano si se quiere ser útil a las víctimas y a la justicia luego de que un fenómeno telúrico (o cualquier otro) hace de las suyas e impone sus consecuencias más duras (o menos) según su tamaño y según mil condiciones. Eso incluye la dialéctica entre la información y la opinión, entre los hechos y sus interpretaciones, entre la realidad y las ideologías. Eso incluye el acuerdo sobre principios universales que deben ser referentes y orientadores para que lo humano no se subordine a los negocios de los mercachifles, a los negociados políticos de sectas burguesas, o al “opio de los pueblos” en cualquiera de sus presentaciones. Son presupuestos teórico-metodológicos inexcusables a sabiendas de que, bajo el capitalismo que es mentiroso por definición, “por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”. Por cierto, ¿alguien sabe qué relación hay entre sismos y fracking yanqui? (fractura de placas tectónicas para obtener petróleo) Toneladas de dinamita.
Y resulta que los gobiernos, que se han dedicado a defraudar a los pueblos al servicio de los empresarios, piden confianza en sus destrezas técnicas y administrativas para resolver o paliar las penurias, el duelo y las pérdidas que sufren las personas bajo esas condiciones duras. Piden “unidad” y “solidaridad” a-críticas para postergar debates, reclamaciones o denuncias a cambio de una reconciliación de clase coyuntural, ficticia y muy conveniente para el momento. A cambio de eso promesas, promesas y más promesas. Todo con sus cartas (de industrias inmobiliarias, de la construcción y del crédito) meticulosamente escondidas bajo la manga, para sacar jugo comercial al dolor de la gente. Todo con un decorado fastuoso de cámaras y micrófonos para simular el “derecho a la información” con gran tecnología mientras se distorsiona la semiología. CNN miserable -como es su naturaleza mercantil- comercia con el sismo y juega al “raiting” amarillista. Sus periodistas disléxicos terribles.
Un capítulo especial merece México, ensangrentado por el crimen organizado, golpeado por uno y otro fenómeno de la naturaleza (huracanes, terremotos, plagas…) aniquilado por las hambrunas, el desempleo, la expulsión de mexicanos a USA, el analfabetismo, la inflación, la especulación, la corrupción, los fraudes… ese México, pues, sacudido por el terremoto del neoliberalismo salvaje y que tiene millones y millones de damnificados. Ese México, en suma, que hoy padece en unos cuantos días dos terremotos, ahora vuelve a ser presa de las jugarretas informativas más irritantes y más dolorosas, porque han jugado con la esperanza del pueblo para volver a derrotarlo anímicamente en plena etapa pre-electoral. A esa clase de bajezas juegan los gerentes neoliberales cuando se juega con la información en medio de la tragedia. Son los amigos de Trump, cómplices del Muro. Quiere Peña Nieto un “padrón” de damnificados para “canalizar” la ayuda ¿Pensará en créditos bancarios de sus cuates “inmobiliarios”? En México ¿la urgencia de la demolición es urgencia de la contratación de negocios inmobiliarios? ¿Nuevos negocios con oficinas y viviendas? Cuando digan “es mala la calidad de la construcción” están queriendo culpar a los albañiles para esconder funcionarios
A estas alturas de nuestra experiencia “informativa” global, después de que la bomba de Hiroshima se vendió como salvación de la humanidad; después de las “armas de destrucción masiva”; después de la ofensiva mediática contra Gadafi; después del ataque mediático monstruoso contra Venezuela… después de tanta falacia y tanto engaño, no podemos enfrentar acontecimiento alguno con ingenuidad ni lamentaciones a la hora en que se desnudan las mentiras y nos muestran el “estiércol del diablo” con que han sido fabricadas.
Y con esos antecedentes, con marcos teóricos y metodológicos pertinentes, con imaginación y suspicacia, con experiencia y con principios éticos sabemos que todo episodio será usado como emboscada para arrodillarnos ante los negocios de unos cuantos vivales que secuestraron el poder para extorsionar a los pueblos. Con esos antecedentes ya podemos ratificar que el “Derecho a la Información” es también un territorio de disputa social y que se trata de una disputa entre un pueblo urgido de orientación y claridad, frente a un puñado de comerciantes, para quienes los derechos humanos son sólo pretextos para negocios, para manipular, para extorsionar y para derrotar a los pueblos.
No se usen las imágenes duras para solazar morbos sino para sensibilizar solidaridades. El terremoto no es un “reality show” y nada de construir un muro, lo que nos urge es re-construir a México. Basta de saquear la riqueza del pueblo. Todo el dinero debe ir a las a las víctimas todas. Además de las necesidades que deja un terremoto a la vista, se hace visible también la necesidad del abrazo solidario de los pueblos hermanos. El sismo de 1985 produjo una sacudida nacional de la conciencia. Hoy la auto-organización del pueblo superó al gobierno miserable. Saldremos de los escombros mediáticos.
Fuente: Culturayresistencia