EDITORIAL
Brasil: Ya no hay margen de error.
“¡Sí, estoy a favor de una dictadura!”. “El error de la dictadura fue torturar y no matar“. Cuando llegue a la presidencia, “quienes van a mandar en Brasil serán los capitanes”.
Según él, la pena de muerte y la castración química deben ser implantadas y para eliminar la delincuencia propone: “Primero desde un helicóptero se tiran volantes y folletos, dándoles seis horas a los delincuentes para entregarse y aleccionando la delación de los pobladores. Cumplido el plazo, si no se entregan los bandidos, se ametralla el barrio pobre desde el aire”.
Los policías no tendrían de que preocuparse: “…tendrán protección jurídica. Garantizada por el Estado, a través de una exclusión de punibilidad”.
Los negros “no hacen nada, no sirven ni para procrear” y los pueblos originarios están conformados por “indios hediondos, no educados y no hablantes de nuestra lengua“.
“Las mujeres deben ganar menos porque se quedan embarazadas“, y algunas no merecen ni ser violadas, como dijo a la diputada del Partido de los Trabajadores, Maria do Rosário: “Yo no te violo porque tu no lo mereces. Eres muy fea.”
En su futuro mandato se eliminarán las escuelas de educación sexual y vetará cualquier intento de flexibilizar la ley del aborto.
Para que no queden dudas de su carácter misógino, practica con el ejemplo; fue acusado por su exesposa Ana Cristina Siqueira Valle de amenazas de muerte, la que ante el temor de ser asesinada huyó hacia Noruega con el hijo de ambos. Ha declarado: “Tengo cinco hijos. Cuatro fueron hombres, en la quinta tuve un momento de fragilidad y vino una mujer”. [...]